miércoles, 24 de febrero de 2016

Carol





Título original Carol

Año                  2015

Duración         118 minutos

País                 Reino Unido

Director           Todd Haynes

Guión              Phyllis Nagy ( novela Patricia highsmith)

Música            Carter Burwell

Fotografía       Edward Lanchman

Reparto           Cate Blanchett, Rooney Mara, Sarah Paulson,

                         Kyle Chandler, Jake Lacy, Cory Michael Smith,

                         Carrie Brownstein, John Magard, Kevin Crowley,

                         Gielreath Ryan, Wesley Gilreath, Trent Rowland,

                         Jim Dougherty, Douglas Scott Sorenson,

                         Nik Pajic.  



La literatura de Patricia Highsmith ha dado mucho juego a los guiones cinematográficos. En ellos, la intriga y el suspense están asegurados. Como muestra ahí están “Extraños en un tren” de A. Hitchocock en el que no faltarán crímenes y sospechas criminales entre los personajes, o “A pleno sol” donde un Alain Delon se mete en la piel de un Ripley para conseguir un buen puñado de pasta. El  caso de “Carol” el suspense está servido por la incertidumbre de unas vidas insatisfechas, pero al mismo tiempo incapaces de alterar ese orden establecido por la sociedad que las ahoga en el tiempo. La cinta habla de sentimientos reprimidos, de amores frustrados. Esa sensación de falta de aire se ve por las expresiones contenidas. Todd Haynes, su director, nos introduce en la década de los cincuenta del siglo pasado desde las primeras imágenes hasta las últimas, nos hipnotiza con ellas y ya no podremos salir hasta el final. Es un especialista consumado en recrear las miserias familiares y sobre todo el de las mujeres frente a un sistema de sociedad machista y reprimido. Ahí está, por ejemplo, la serie “ Mildred Pierce” donde una excelente, no podía ser de otra manera, Kate Winslet ,madre soltera, que las pasa canutas para sacar adelante a su hija o la fantástica “Lejos del cielo” donde una Julianne Moore ( “Siempre Alice” ) realiza un papel de perfecta ama de casa sin posibilidad alguna de salirse de su rol.







Carol” guarda muchos vasos comunicantes con “La chica danesa”. Por ejemplo, la imposibilidad de conseguir las metas que se marcan los protagonistas por culpa de una sociedad cutre y rancia. Comparten nominaciones al Óscar: mejor actriz principal ( bueno en el caso de la chica…, es actor, pero podía haber pasado por actriz por el papel que realiza), mejor actriz de reparto y mejor vestuario. La trama no es otra que el enamoramiento de dos mujeres causado por un cierto aburrimiento de unas vidas monótonas. Carol, hastiada de una familia burguesa y un marido detestable se propone dar la vuelta a su vida a partir del momento en que conoce a Therese, ésta mantiene una profesión de dependiente con la única obligación de aguantar detrás de la barra a cambio de llevar un sueldo a final de mes. La atracción llega por casualidad y el enamoramiento es una relación pura que se consuma a través de un ligue entre las dos mujeres. La sugestión de las imágenes lleva al espectador a vivir esa sensibilidad y ese tacto sensible de los protagonistas. A partir de este encuentro las situaciones de las enamoradas cambiarán por completo y se harán más agobiantes de lo que lo eran anteriormente, Ahora la obsesión de verse es permanente y constante. Por eso, la cita no se puede posponer. Mientras ellas intentan conseguir un amor que se les niega por la atrofiada sociedad. Mientras, alrededor de ellas, los moscardones de los tíos no cesan en tirarles los tejos sucesivamente, de arrastrase de arrodillas ante ellas, las cuales pasan como de la mierda, pues no ven nada interesante ni atractivo que les puedan dar. Sin embargo ellas se sienten incómodas ante estás situaciones y lo único que desean es salir por piernas del lugar. No quieren saber nada de esos zánganos que revolotean a su alrededor, ellas tan solo quieren estar juntas, la cual cosa parece imposible. Además quieren estar juntas para mirarse con complicidad sentir esa felicidad que con los demás no sienten. La sensualidad de sus movimientos y la delicadeza de sus miradas supone un reclamo y una llamada del amor hacia la otra. Todo ello provoca una incitación   constante hacia el amor. Sin embargo, saben que esos emparejamientos no están tolerados para la  época y les causará problemas irreparables. Frente a una sociedad rancia y cutre no les queda más remedio que escapar y tener una aventura a lo “Thelma y Louise”, la peli de Ridley Scott, para sentir en sus carnes el amor. Salir con el coche a toda pastilla para mantener una relación amorosa en toda regla. Finalmente, se suceden las situaciones de ahogo por la putada de no poder entregarse la una a la otra y de una manera u otra se verá cumplido el deseo.

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