El cadáver de Anna Fritz

Título original El cadáver de Anna Fritz

Año                   2015

Duración           76 minutos

País                  España

Director            Héctor Hernández Vicens

Guión               Héctor Hernández Vicens, Isaac P. Creus

Música             Tolo Prats

Fotografía        Ricard Canyellas

Reparto            Alba Ribas, Cristian Valencia, Bernat Saumell,

                          Albert Carbó, Belén Fabra. 

“El cadáver de Anna Fritz” empieza con la voz de fondo de Gemma Nierga, comentarista de la Ser, para dar la noticia del fallecimiento de una actriz con mucha proyección hasta ahora, por el fatal desenlace. La noticia en sí consigue introducirnos en la trama y al mismo tiempo le da un matiz de veracidad. Una famosa actriz que pasa a ser fiambre del día a la noche. Tres jóvenes con ganas de marcha, la intención no es realizarla aquí en el hospital, se ponen a tono con un colega que vigila la morgue del hospital. El morbo de ver el fiambre famoso antes de ser pasto de los gusanos entra en los planes más inmediatos de la marcha de los niñatos. Éstos en plan de coña entran en el recinto siniestro para jugar un rato con la difunta. Los juegos traspasan la frontera de lo macabro. Pero con todo y eso, siguen con la chulería de ver el fiambre desnudo antes de que pase a ser un desperdicio, pues nada será mejor pasárselo por la piedra antes de que se consuma bajo tierra. Con unas copas y unas rayas de falopa no notarán ni los gruñidos de la improvisada cama camilla. Por momentos parece que nos adentremos en la película de Bornedal “El vigilante nocturno" pero solo se parece que los acontecimientos se desarrollan en el mismo hábitat del hospital, pero la trama no tiene nada que ver. Por un instante, parece que hay secuencias de la película que conectan con la serie de televisión que realizo el gran Hitchcock allá por los años 1955 llamada “Angustia” donde el personaje tenía un accidente de tráfico y era incapaz de mover un dedo. Se le daba por muerto, pero el cerebro todavía le funcionaba. Este estado de impotencia se refleja en el cadáver de Alba Rivas en el personaje del cadáver de Anna, pues su estado de retorno a la vida se encuentra paralizado. El director,Héctor Hernández, consigue que los diálogos sean ágiles, a veces demasiado previsibles las situaciones, sin embargo esto es lo que la hace ligera, pero bastante amena.

La película cuenta las gamberradas de tres amigos que, pasados de rosca y con ganas de marcha, llevan la juerga a unos límites macabros. Se preguntan que una ocasión así no se les va a brindar en la vida y por qué no aprovecharlo si nadie se va a enterar. Al fin y al cabo es una batallita  para contar en sus corrillos de amiguetes. Por eso, por qué no aprovecharse de una tía buenorra ahora que ya no los puede rechazar. Nadie se va a dar cuenta. La situación se enreda de mala manera porque la muerta no lo está tanto y la repercusión de lo que han realizado puede llevar con sus vidas al traste y son demasiado jóvenes como para ir a la trena de cabeza. No siempre tienen todos la culpa pero por la aritmética, la mayoría manda y esto quiere decir que la voz discordante puede ser un nuevo problema. Así las cosas, la trama se complica a raíz de una chulería de juego. La cinta es corta pero no da para mucho más, porque la historia se centra en una trama simple ( no hay una historia en profundidad de los personajes, solo el escenario donde discurre la acción) que se va complicando a medida que avanza. El suspense está siempre servido: el hecho de realizar acciones morbosas y fuera de lugar conlleva a situaciones conflictivas con una solución todavía peor de la que se encontraban antes. Así las cosas, no se puede llegar a otra situación más que terminar por lo sano  y con un final sangriento.