miércoles, 30 de marzo de 2016

La ola




Título original Bolgen ( The Wave )

Año                 2015

Duración         104 minutos

País                Noruega

Director           Roar Uthaug

Guión              John Káre Raake, Harald Rosenlow-EEg

Música            Magnus Beite

Fotografía       John Chistian Rosenlund

Reparto          Kristoffer Joner, Ane Dahl Torp, Eili Harboe,

                       Jonas Hoff Oftebro, Herman Bernhoft,

                       Edith Haagenrud-Sande.   




"La ola" de  Roar  Uthaug  cuenta la ficción de lo que podría pasar en las fiordos Noruegos de Geiranger en el caso de que se desprendiera parte de una montaña en el lago. El resultado sería una ola de dimensiones considerables a un tsunami. La intriga de la película crece en intensidad hasta que llega al desenlace esperado. La primera parte mantiene atento al espectador con las imágenes  de un lugar precioso de contemplar y la relación de la pareja ante la posibilidad de una catástrofe. Sin embargo, la segunda parte llega el desenlace esperado. Aquí habría que hacer una precisión: el turista que tenga la previsión de aparecer por allí hará bien en no tomarse muy en serio está película o de no verla hasta pasado el viaje, porque de lo contrario te va a dejar con muy mal rollo encima de pensar que esta ciencia ficción puede ocurrir de un momento a otro. Y maldita la gracia que suceda justo cuando uno se encuentra disfrutando de la belleza del paisaje.  Aquella voz en off que actúa en la película como un presentador de los lugares que los personajes recorren nos deja con el mal rollo detrás de la oreja: “hay una separación de la grieta de 15 cm cada año, cuenta la voz al final de la película, esto que hemos visto puede producirse, pero no sabemos cuándo será.”




El director no busca tanto una historia espectacular de imágenes bestiales de la catástrofe, sino que por medio de un matrimonio con dos hijos y su relación consigue que crezca la tensión lentamente hasta conseguir un final un tanto apoteósico. La premisa parte de una realidad porque existe la posibilidad de que la montaña de Geiranger se desplome al fondo del lago y genere una ola gigante que se lleve por delante a todo lo que pille por medio. El personaje principal, Kristoffer Jones, es uno de los técnicos que se encarga de controlar las mediciones de los movimientos de la montaña. Analizan el estado de la grieta descominal que se abre en medio de la roca como una boca gigante con ganas de tragarse los habitantes de la zona. Los especialistas contemplan las mediciones  como si de una bomba de relojería se tratara. La montaña se desplaza más rápido de lo normal, pero no interesa dar una falsa alarma que lleve al traste con los intereses económicos de la zona. No se puede alarmar a los turistas antes de tiempo, pero tampoco jugar con sus vidas. La tensión avanza y crece a medida que se suceden los acontecimientos. El protagonista no descansa tranquilo porque presiente que se desencadenará un suceso terrible. Y el tiempo que ahora se pierde será imprescindible en el futuro. Basta mirar al cielo para ver que las aves cambian el vuelo presintiendo la catástrofe. La estructura del drama funciona como se preveía mediante una separación accidental de la familia para crear mayor tensión dramática: el padre con la niña y la madre con el chico La película, a partir que se desencadena la ola arrasadora, recuerda a “Lo imposible” de Bayona, donde la familia queda fraccionada para que se produzca una búsqueda de las partes escindidas con el intento de unir a la familia después de la catástrofe. En otros momentos, el hotel inundado de agua remite las escenas pasadas en "Titanic" de Cameron. Los personajes se encuentran atrapados por el agua. Finalmente, la película funciona, pese a que el desarrollo es bastante previsible, porque hay detrás unos personajes creíbles sin necesidad de basarse excesivamente en el tecnicismo de unas imágenes catastróficas.

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