viernes, 11 de marzo de 2016

The Hallow







Título original   The Hallow

Año                   2015

Duración          96 minutos

País                  Irlanda

Director            Corin Hardy

Guión               Corin Hardy, Felipe Marino

Música             James Gosling

Fotografía        Martijn Van Broekhuizen

Reparto            Joseph Mawle, Bojana Novakovic, Michael 

                          McElhatton, Michael Smiley.




"The Hallow" del director Corin Hardy nada tiene que ver con un inicio tortuoso, si no fuera porque vamos premeditados a una historia de terror, pensaríamos que estamos ante una relación de amor con poco interés. Sin embargo, como ya estamos predispuestos a ver algo bestia, el salvaje  bosque ya nos prepara de lo que vendrá más tarde. La música de fondo y los llantos del crío ya nos hacen pensar que la bronca está a punto de llegar. Sin embargo, la ambientación de los primeros minutos nada de eso hace sospechar porque la familia al completo se la vez la mar de feliz: marido bebé y perro se lo pasan papa. Alejados de la gran ciudad y en un estado idílico de amor con unos porros y sexo qué más quieres. Ahora bien, eso muy pronto se verá troncado con el mal fario de los vecinos que aquí es una zona endemoniada con ciertas deudas con los espíritus malignos y que deben su consejo no se hace esperar mucho: deben abandonar la casa cuanto antes si no quieren ser pacto de los monstruos.







La película pasa por varias fases. Incredulidad hacia lo que cuentan las malas bocas de los lugareños que son ellos mismos los que promueven el mal rollo, una segunda fase de ataque masivo de las fuerzas del mal y un tercero aviso de que con ellas no se juega y que como han sido tozudos de la hostia y no han querido marchar del lugar, acabarán recibiendo lo que se merecen. Las acciones se desarrollan con cierta meticulosidad. Ellos, en un principio, están en contra de las chorradas que cuentan los vecinos y con unos chutes de porro y unas sesiones de sexo se acabó con el mal rollo. Sin embargo, pronto se dan cuenta de que la cosa va más en serio de lo que ellos mismos creen. El espectador ya hace tiempo que hubiera salido por piernas de aquellos parajes malditos, pero los recién llegados se obstinan en continuar en sus trece de permanecer allí. No se sabe qué forma van a tener los monstruos. Al final en medio de la oscuridad nos damos cuenta que son demonios feos como de barro o de carne asquerosa y desnuda, lo más parecido a las brujas con pecas, verrugas y carnes rugosas. Son de un parecido a el monstruo que se asoma en la oscuridad en “Rec” de Jaume Balagueró, o los que veíamos en “Bone Tomahawk   Por si faltaban pocos parentescos las manos con grandes garras más bien se parecen a los monstruos que aparecen en “El laberinto del fauno” de del Toro. Ese idílico matrimonio que se las quiere ver muy bonito pronto saltará por los aires con los seres extraños y misteriosos acosándoles sin cesar. Sobre todo, van a por el bebé que consideran de su propiedad. Pese  a que la acción tarda en llegar, el suspense está servido desde el minuto uno. Esto es bueno porque el espectador ya se ha metido en la piel las sensaciones del terror. Esto sucede con mayor intensidad tanto en cuanto los protagonistas están seguros de su situación cómoda y no temen de los acontecimientos escabrosos que irán sucediéndose uno tras otro. Ya está bien que ellos no teman nada y el espectador hace tiempo que está metido de lleno en el suspense. Sin embargo, de un momento a otro  no tienen más remedio que creerse lo que sucede porque lo experimenta en sus propias carnes, pero ya es demasiado tarde para huir ni siquiera hacer frente con una escopeta. En fin, una película entretenida que hará las delicias de aquel que le gusten los bichos raros y las situaciones de un terror controlado sin demasiada sangre.

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