viernes, 6 de mayo de 2016

Mi amor





Título original Mon roi

Año                 2015

Duración        130 minutos

País                Francia

Director          Maïwenn Le Besco

Guión             Etienne Comar, Maïwenn Le Besco

Fotografía      Claire Mathon

Reparto          Vincent Cassel, Emmanuelle Bercot, Louis Garrel,

                        Isild Le Besco, Chrystèle Saint, Louis Augustin,

                        Patrick Raynal, Yann Goven, Paul Hamy,

                       Djemel Barek, Slim El Hedli, Lionel Desruelles,

                       Laetitia Dosch, Félix Bossuet, Giovanni Pucci,

                       Michael Evans, Vincent Nemeth. 


"Mi amor" de  Maïwen Le Besco habla de las relaciones de pareja y la duración de su efímero amor. Incide directamente en las contradicciones del ser humano y los cambios que se producen en la personalidad   ante la llegada de un nuevo ser dentro de la relación.  Sobre todo, resaltar la actuación de Emmanuelle Bercot ( premio mejor actriz en Cannes 2015)  en el papel de Tony una amargada y atormentada mujer. Muestra con acierto los cambios de temperamento de aquellos momentos de felicidad que contrastan con los de inmenso dramatismo. Ella se siente esclava de su marido y pretende recuperar su libertad que tenía antes del matrimonio. Muestra los cambios de sentimientos con plena naturalidad que se hacen cercanos y creíbles. Su personaje recuerda, no sé si por el accidente que sufren en las piernas o por el camino feliz y amargo al mismo tiempo que pasan con sus parejas, a Marion Cotillard en (1) "De óxido y hueso" del director Jacques Aurdiard. La cinta plantea, en líneas generales, si las situaciones llegan porque el destino así lo quiere o es que en realidad las buscamos nosotros mismos.





La película plantea dos periodos de tiempo que se van solapando a la vez:  el primero  es el presente donde la protagonista se ha dado un tortazo mientras esquía por, intuimos a poco que avanza la cinta, la vida desesperada que lleva y en ese periodo de recuperación piensa en los motivos que la han llevado a esta situación; el segundo discurre en el pasado y su relación amorosa con su pareja. El espectador permanece atento sin saber qué nos depararán las dos secuencias temporales que avanzan para dar origen a la película, aunque el desastre se ve llegar. A ella le interesa recordar esa relación tan feliz que ha tenido con su hombre. El típico flechazo de amor que la ha dejado hipnotizada. Son los primeros momentos de enamoramientos donde todo es alegría y buen rollo. Cualquier detalle banal hace gracias y es motivo de risas. Esa primera relación pasional y de sexo es difícil que fracase. De todos modos la recuperación de la pierna y el dolor que sufre ya nos indica que todo va a acabar mal.  La montaña rusa de felicidad termina en el momento en que se les ocurre tener un hijo, ya que a partir de este punto la vida ya nunca será igual. Ha llegado una responsabilidad que empuja a la pareja a un cambio de vida radical. Y esto no sienta nada bien a la pareja. Su marido quiere seguir el mismo ritmo de vida: el de crápula con ganas de fiestas,  y otras mujeres. La esposa, por eso,  se siente marginada en casa con los cuidados del niño. Ante esta nueva situación, se siente engañada nada satisfecha con su nuevo rol de mujer de familia con tareas que le llenan a medias. Quizá el cambio ha sido brusco y no ha tenido tiempo de digerirlo. Esa situación de mujer objeto por culpa del machismo de su marido que se retira a un lado en una situación delicada les lleva a una crisis de personalidad aguda. En definitiva, ante este panorama se entiende la desesperación del personaje femenino que desea romper todo vínculo con su vida pasada para recuperar la libertad que disponía antes de conocer al déspota. Al final de tanta lucha puede que entre luz nueva en su vida.

(1)



                            

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