martes, 24 de mayo de 2016

El Juez






Título original L'hermine

Año                 2015

Duración        98 minutos

País                Francia

Director          Chistian Vincent

Guión             Chistian Vincent

Música           Claire Denamur

Fotografía      Laurent Dailland

Reparto         Fabrice Luchini, Sidse Babett Knudsen,

                       Miss Ming, Berenice Sand, Claire Assali,

                       Florianne Potiez, Corinne Masiero.
  

"El juez" del director Chistian Vincent explora las relaciones que se pueden dar en una persona en su ámbito profesional y en otro personal, las dos unidas por un nexo humano: una pasión amorosa que se produjo en el pasado. La película se desarrolla en torno a un juicio, pero para el protagonista, por mucho que se juegan los acusados, no es de suma importancia sino un pequeño matiz que sucede dentro de la sala. La película se inicia con una metáfora: el juez urga en el corazón de una manzana, aparentemente sana, y de allí extrae un gusano.  La manzana sana son las leyes que se aplican, el gusano las alegaciones de culpabilidad, por un lado o las pruebas de inocencia, por el otro. Mientras la navaja del juez hurga en el corazón de la fruta para extraer el gusano como el arma de la justicia.  El juez, Fabriche Luchini,( Copa Volpi, mejor actor en el festival de Venecia 2015, no es un capricho del jurado porque también realiza una interpretación exquisita en otras ocasiones de su vida de actor  como en(1) "Moliere en Bicicleta" de Philippe Le Guay o (2)"En la casa" de François Ozon, película muy premiada en festivales y de una originalidad que raya la exquisitez, donde realizaba un papel de profesor fuera de serie) protagoniza un papel magistral tanto de juez como en su desdoblamiento de enamorado pasional.







La película se mueve en la vertiente de dos juicios: el primero, el profesional, allí el protagonista se mueve como un pez bajo el agua. Controla la situación al milímetro, no se escapa detalle alguno, en cambio,  el segundo, en el ámbito particular de su vida más pasional y amoroso, en este caso, pese a que se las quiere dar siempre de experto, se ve que ha fracasado que no ha sido capaz de encontrar la vía acertada.
El juicio se desarrolla con normalidad: el fiscal la defensa y los testigos.Trata sobre el asesinato de una niña de unos meses perpetrado por su padre que niega los hechos. La situación sería como otras muchas antes de no ser porque en el tribunal se encuentra la causa de su despiste. Ese amor idílico que por casualidad ha ido a parar al grupo de jurados públicos. Ver de nuevo ese amor idílico no declarado y por tanto frustrado es como una nueva oportunidad que le da la vida para que esta vez no sea tan cobarde de fracasar frente a ella. La resolución del juez frente al juicio viene a ser igual que la  vida: siempre hay una segunda oportunidad donde poder expresarse aquello que un día se quedó en el tintero. Los juicios como la vida misma no siempre se resuelven a la primera, puede haber una segunda oportunidad, los casos se pueden dejar archivados, pero abiertos con la posibilidad de otra revisión, de la misma manera un amor no cumplido en el pasado también puede tenerla. El juez muestra el lado duro e impasible en la sala y otro diferente y humano cargado de una sensibilidad extrema con aquella mujer que, en su día, realizaba su trabajo de doctora entregada a los enfermos y que él consideró una atención especial. La delicadeza de una profesión ha sido tomada como una sensibilidad amorosa hacia él. En definitiva, un juez con una dureza de hierro muestra su lado más humano y sensible frente a la ilusión efímera de un amor imposible o no. 


(1)
                                          
(2)
                                         
                                                 

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